Gegen alles


Capítulo 17

-¿Te gusta todo esto?
-No está mal- dije indiferente, recordando de nuevo las fotos de ayer.-¿Podemos hablar antes de algo que me preocupa bastante?
-¿Ahora mismo?¿Si no hemos empezado a cenar...
-Sí, preferiría aclararlo ya.

-¿Qué fotos?
-Salías con la chica, hablando, sonriendo, tocándole la pierna, cerca de ella...-dije señalando hace la puerta del restaurante.
La gran terraza rodeada por luces de baja intensidad, dando un ambiente muy relajado y romántico. Las sillas y mesas metálicas. Las plantas decorativas. El muro que nos separaba de la ciudad, de esa preciosa vista con tantos edificios y tantas luces. Todo eso, todo precioso en conjunto y yo no podía dejar de mirarle a él. Sí, quería una explicación, pero observar su cara de sorpresa no conseguía alterarme, si no calmarme aún más.
-No las he visto, pero te aseguro que no hay nada entre ella y yo. Somos amigos de la infancia y, es más, está enamorada por completo de mi hermano.-siguió explicándome varias cosas sobre la chica pero al escuchar eso, mi mente se quedó en blanco, relajando todos los músculos de mi cuerpo y centrandome de nuevo en él.-asi que ahora trabajará con nosotros en esta gira.
-mmhh, pues en las fotos no parecía eso, pero no quiero malos entendidos con nadie, y menos en una cena como esta.
-¿Era eso lo importante? ¿Era eso por lo que estabas tan rara?
-Puede, pero admítelo, tú también lo estabas.
-Compréndeme, no todos los días, traigo a chicas a cenar con gente tan importante para mí, y menos sin conocerla apenas. Bueno, si sólo era eso, podemos entrar ya.

La cena transcurrió en buena armonía. Bill dejó de ignorarme y pasamos momentos muy divertidos gracias al payaso de Tom, que no dejaba de hacer bromas. Bill me presentó a Jessica como su mejor amiga con todo lo que esto conlleva. Y digo eso, no porque no fuese de mi agrado, si no por que experiencias anteriores con mejores amigas me habían traído problemas de celos. Sí, era celosa, no mucho pero lo era, de todos modos ¿quién no lo es hoy en día en una relación?
Para ir a la fiesta, Bill y yo fuimos en un coche a parte. Se sentó muy cerca de mí, tan cerca que sólo con notar sus muslos rozar los míos yo ya estaba nerviosa. Posó su mano en mi pierna desnuda y así transcurrió el viaje, sin apenas hablar. Sonrisas, miradas y poco más.
El edificio, parecía ser una famosa discoteca alemana. Era enorme, tenía cinco pisos al menos. Todos nos esperaban en unos sillones en la planta más alta, que era algo así como vip. Jessica se sentó a mi lado. Interponiéndose entre Bill y yo. Ambas nos sonreímos.
- ¿Alicia verdad?
-Sí, -sonreí tímidamente.-Tú eres...
-Jessica
-Eso, cierto, no soy muy buena para los nombres Bill me habló antes de ti.
-Ah si? ÉL también de ti, aunque no mucho la verdad- ¿Qué pretendía con ese comentario? Si era molestarme lo estaba consiguiendo.
-Oh , pues, que pena- dije algo cortada.
-¿Cómo dices que os conocísteis?


Capítulo 16


Estoy en la calle, y hace frío. Pero le espero poco tiempo, porque el coche negro aparece de repente y se para justo delante de la entrada del hotel. La ventanilla con el cristal tintado se baja dejando ver una cara angelical detras de él sonriendo.
Mi corto vestido negro de encaje ceñido a mi cuerpo hace que me sienta ridícula al ver lo guapo que está. 


-Estás preciosa.-me dice una vez en el coche.
-No más que tú.
-Se te da bien cumplir con la gente eh.
-No, de verdad, estás muy guapo.-Su tupé colocado hacia atrás debaja un pequeño mechón travieso en su frente dándole un toque elegante. Su americana negra y sus pantalones tejanos negros le sentaban genial, y qué decir de su camisa blanca.
- Y tú tienes muy buen gusto-lo dice y me revisa de arriba a abajo y noto mis mejillas enrojecer.-ese vestido te sienta de muerte.
-Bueno, y ¿donde vamos?
-A una..."fiesta", antes a cenar a un restaurante con unos amigos ¿te parece bien?O...prefieres cenar solos.
-Oh, pues...-yo preferia cenar a solas con él, con intimidad, pero era una oportunidad de conocer a los demás, o bueno, sus amigos.-No lo sé la verdad, como tú quieras.
-Bueno pues...vamos con todos asi te los presento de una vez.-sonrió y yo me perdí en sus labios.

El viaje trancurrió no como la última vez, si no que se me hizo largo, pero agradable. Bill estaba muy hablador y no paró de preguntarme cosas en todo el viaje sobre mi vida, y sobre qué había echo en todo el día.La verdad esque me preguntaba mucho que con quién había estado, pero a mí no se me olvidaban las fotos de internet. Luego lo hablaríamos, aunque claro, puede hacer lo que le de la gana, en realidad no somos más que amigos...amigos con derecho a besarse supongo.
Me ayudó a bajarme del coche y me agarró del brazo muy amablemente para subir las escaleras del restaurante.Un amplio restaurante, decorado al estilo francés del siglo XVII.Al fondo había una gran mesa rdonda donde ya había gente sentada, seguramente esperandonos a nosotros.En un determinado momento antes de estar donde ellos, Bill me tomó de la mano y acercó su boca a mi oído.
-Si necesitas salir o algo dímelo vale?Si no te sientes cómoda o cualquier cosa yo...
-Tranquilo, seguro que lo paso genial.
Al llegar todos se giraron y nos miraron impacientes de saber quien era yo supongo...porque notaba sus miradas clavadas en mí y odiaba ser el centro de atención así que le dí un apretón a Bill en la mano para que dijese o hiciese algo.
-Bueno, pues ella es Alicia , y tú Ali supongo que los conocerás a casi todos no?Luego te presento a los que no conoces.
Nos sentamos en la gran mesa y tuve la suerte de tener a su hermano a mi lado izquierdo.A la izquierda de Tom se encontraba la chica de las fotos.
-Tom, encantado, tenía ganas de conocerte ya, Bill no se calla contigo que si te vió en no se donde que si no se qué.
-Oh jajaja enserio? Yo pensaba lo contrario.
-Pues ya ves,¿ entonces hoy quedascon nosotros después?
-Por supuesto, no me voy a vestir asi sólo para ir a cenar, aunque la compañia lo merezca- le sonreí y me fijé en Bill, a mi derecha cómo bebia incómodo escuchando la conversación, y supongo que no entendiendo eso de la compañía, en realidad era por él, pero seguramente lo malinterpretó y frunció el ceño.
-Jajaja, me alegro, entonces tu eres fan dices?
-Si-y miré hacia otro lado, incómoda, ser fan a pesar de todo no era muy bueno no? Bill siempre lo decía, no sabía si la chica estaba enamorada de Bill Kaulitz cantante o de Bill Kaulitz persona.-¿Por?
-Oh, nada nada sólo curiosidad.
-Siento interrumpir esta conversación tan interesante pero, ¿podías dejarme a mi acompañante un rato?
-Porsupuesto hermanito, es toda tuya,-Odiaba que me tratase como si fuese un objeto material, pero a le vez me gustaba, era como si dijese de alguna manera que era de él de su propiedad y me encantaba poder pensar eso.Le miré a los ojos, preguntándome que mosca le picaba, si desde que nos habíamos sentado hasta que Tom me empezó a hablarno me había hecho apenas caso.
.



Capítulo 15
-¿Sabes algo de tu pretendiente famoso?-No podía ser, tenía que sacar el tema.
-Emm, sí.-noté cómo se sentaba a mi lado.
-¿Has estado todo el día con él verdad? No sé porqué presiento que esa sonrisa que se te borró al abrirme la puerta no es porque esperases por mí.
-Te equivocas, yo no estaba sonriendo, y sé que él no sería, ahora mismo está en la tele.Pero sí, has acertado de pleno, he pasado el día con él.-le miré y sonreí a más no poder.-¿Sábes? Estoy no sé cómo. Me siento feliz de haber tenido la oportunidad de conocerle, pero siento que no le importo, y no sabes como duele eso a pesar de saber que yo para él no llegaría a ser nada importante.
-No vas a sacar nada bueno de gente así, pero yo sólo te aviso.
-Gracias por los ánimos y esas cosas.
-Te vas a quedar aquí mirando el maldito programa.
-Sí.-Le miré esperando otra afirmación por su parte pero sólo asintió.
Estuvimos viendo la tele, y él siguió haciéndome un estúpido interrogatorio, sacándome información sobre Bill. El programa iba a comenzar y él seguía allí hablando conmigo. No pensaba moverme de la habitación, y es que cuanto más tiempo pasaba echada, más ganas de quedarme allí así tenía. El programa comenzó y unos perfectos chicos aparecieron impecables sentados en un gran sofá oscuro.Bruce en una de las publicidades, se despidió de mí, alegando quedar conmigo mañana por la tarde si no tenía planes, quedamos en llamarnos. Yo feliz seguí mirando el programa donde tocaron su último single y recordaron que se iban del país en una semana para seguir su gira europea. Es verdad, no tenía mucho tiempo para estar con él, es más, no era nada de tiempo. En cinco días lo mucho que podía hacer con él, era comenzar una amistad, y ya, porque se iría, y seguro que Bill no es de esos de sólo una como afirmaba en las revistas, no después de cómo se comportó hoy conmigo.

Abro los ojos poco a poco, aún dormida, y veo cómo las gotas frías de la lluvia golpean la cristalera de mi habitación con agresividad, fuerza. Hoy sería un día bastante aburrido. Las nubes negras, dando poca iluminación y un estado nulo de alegría a mi habitación hicieron que me volviese a echar en la cama, intentando estúpidamente volver al sueño profundo. Decides levantarte y afrontar el día, disfrutarlo, son tus vacaciones. Te preparas y sales a comer por ahí, conocer nuevas calles de Berlín, nuevos restaurantes, o burgers king´s cualquier cosa con tal de no estar encerrada en el hotel. Pasas parte del día mirando tu móvil, esperando una llamada, o un mensaje pero el tiempo pasa más rápido de lo que crees.

Vuelvo al hotel, entrada ya bastante la tarde y enciendo mi portátil, hace siglos que no miro el correo y tampoco noticias sobre mis grupos de música.
En la página salen muchas fotos del programa de ayer, abro bastantes fotos para verlas más grandes. Luego veo, que hay más fotos en las que están con la misma ropa, pero como Bill había dicho, era una fiesta. En una Bill sostenía un vaso con un líquido amarillo mientras hablaba con una preciosa chica que estaba sentada a su lado. Tom parecía estar dialogando con Georg y Gustav no salía. Me quedé mirando fijamente a la chica, era muy muy guapa, si Bill tenía algo con ella yo no tendría posibilidades de nada. Decidí darle clik a otras fotos de la fiesta. Pero en todas ellas parecían ser del mismo momento, no siendo una donde Gustav salía hablando con Georg y Tom le pasaba a Bill el tabaco. Analicé la situación, mi situación, y mi mente, que debía relajarse y pensar en cosas coherentes.Pero aquella chica con aquellos ojos claros, y esos labios carnosos sonreía a Bill con una cara de felicidad que me moría por no estar yo en su lugar. Recordé de pronto la carta, y el nombre de la chica, sí, ahora que me fijaba ella no había cambiado tanto. Seguía llevando una larga melena oscura, y seguía siendo muy delgada y esbelta. Tenía que ser ella. Me puse a leer los comentarios sobre las fotos, y todas las chicas decía que era muy guapa, y que si estuviese saliendo con el les parecería bien, o por el contrario mostraban sus celos de fan diciendo que cómo podía estar hablando con esa cosa que porque no se miraba al espejo antes de salir así maquillada...
Apagué el portátil y me tumbé en la cama a dejar de pensar. Puse la música de mi mp4 a tope y dejé que el propio Bill me relajase, y me dijese que todo iba bien.


6,37 De la tarde. Nuevo mensaje de un número oculto. El corazon comienza a latir fuerte, y lentamente pulso la techa para leer dicho mensaje.

Pequñaja, siento no haberte llamado, pero te pasaré a buscar a las 9,30. Tu chico misterioso.”

Genial, era lo que me faltaba... ¿y ahora? Ropa necesito ropa. 



Capitulo 14

Bill me acompaño como me había dicho hasta el hotel, todo de manera muy discreta. En el coche una melodía relajante nos acompañó todo el rato. De vez en cuando, le observada, temiendo ser esa la última vez que pudiese apreciar esa belleza, y esa paz que transmitía a mi interior. Comentó pocas cosas antes de despedirse de mí. Como todo un caballero salió y me abrió la puerta, tomándome de la mano y besándome cálidamente en la mejilla.
-¿Me prometes que me llamarás?- y una sonrisa nació de sus labios, incitándome a hacer lo mismo.
-¿Y tú que me esperarás?-Alcé una ceja, extrañada de su pregunta, por supuesto que le esperaría aún así no pensaba decirle que sí efusivamente, eso era lo que él quería oir.
-De acuerdo, oye, y suerte hoy con el programa de hoy,te veré.-Sonrío pícaramente y me dispongo a darle un beso en la mejilla, otra vez, al mismo tiempo que el me toma de la cintura con una de sus manos y me besa en los labios de manera muy rápida, pero cálida de nuevo.En ese momento, ante mis sorpresa consigo articular una extraña mueca mientras él vuelve a sonreir con ganas.
-Hasta luego pequeñaja.
Y con su perfecta sonrisa se despide con la mano entrando en su lujoso coche. Yo entro a mi hotel, y como alguien sin vida, alguien que no sabe lo que está haciendo logro entrar en mi habitación y tumbarme como sea en la cama. Necesito dejar la mente en blanco, dejar de pensar por un tiempo.
Todo lo que acaba de suceder es demasiado para mí. No el hecho de haber estado con él, si no lo que ha sucedido entre él y yo. Ha sido todo demasiado repentino. Me ha besado en el parque, y en la sala de juegos, y para despedirse de mí. ¿Soy una amiga con derecho a roce? Pero si ni siquiera somos amigos, nos conocemos hemos conocido prácticamente hoy. Puede que él para mí lo signifique todo, pero yo para él no puedo significar nada. Oh dios que tonta soy, y lo peor de todo es que no me importa no ser nada para él, si yo puedo volver a disfrutar de esa agradable mirada, esos ojos hipnotizadores, de su sonrisa, de sus preciosas y suaves manos. Soy una perfecta egoísta.
Me quito el calzado y la ropa, y tras darme una rápida ducha enciendo la tele. Queda bastante para que el programa comience asi que decido quitarme el maquillaje del todo, soy un desastre. Tras terminar con todo, decido llamar a mi madre, no esque tengamos mucho contacto pero tampoco le gusta que me pase semanas sin llamarla.Además necesito contarle esto a alguien.Ella opina que Bill no es de fiar, o que almenos no puedo confiar en él de momento.No es alguien que se muestre cómo es, es algo extraño, yo eso ya lo saía, al menos me lo imaginaba, pero esos pensamientos se borraban de mi mente al mirar su cara de nuevo, y es que, a parte del setimiento de amor que tengo hacia él, la atracción es más poderosa que todo lo demás.Es peor que pensar que me va a destrozar cuando no me llame más, cuando se olvide de mí, o cuando me utilize y se largue a buscar otros polvos fáciles. A pesar de todo eso, yo le seguiría como un perrito faldero, satisfacería sus peticiones y pasaría los mejores momentos de mi vida junto a él. Pero mi madre no estaba de acuerdo en nada de eso, y la verdad esque es normal.Una persona civilizada no pensaría como yo. Una persona civilizada, huiría de Bill para no sufrir, y no llevar una decepción, pero joder, es Bill de quien hablamos, no de Tom. Mi madre seguía sin ser convencida asi que colgamos algo cabreadas ambas.
Alguien llamó a la puerta. Deseé con todas mis fuerzas que no fuese Bruce, no quería verle, no quería tener que pensar también el él.No puedo elegir entre dos personas que no conozco. Pero sus pantalones aparecen detras de la puerta y sus ojos azules me miran de abajo a arriba.
-Oh, eres tú, pasa.- y me vuelvo a sentar en la cama.
-¿Qué tal estás?He venido por la mañana al ver que no estabas, pero ni rastro de ti.
-Ya, es que me fui por ahí a comer y llegué hace dos horas.-No queria explicarle nada, ni escuchar nada sobre Bill.
-Donde fuiste a comer?
-Pues... no me acuerdo del nombre pero la comida estaba muy bien.-le sonrío, y veo que sigue cerca de la puerta. 



Capítulo 13

-Me alegra de que estés aquí conmigo.- y de nuevo el ambiente cambió, y esa sonrisa socarrona se borró para dejar paso a un leve movimiento de boca, no sé muy bien como describirlo.
-Yo también me alegro de estar contigo.-bajó la mirada y alguien llamó a la puerta.
-Adelante.
Entrados dos chicos con bandejas repletas de comida. Ambos nos sentamos a la mesa, uno junto a otro. Uno de los camareros me guiñó un ojo mientras se despedían de nosotros con un “que disfruten de la comida “. Creo que Bill se dio cuenta pero no dijo nada. Comimos prácticamente en silencio, pero disfrutando de ello, era uno de esos silencios en el que tu cuerpo está relajado, sientes que nada malo puede suceder detrás de eso. Eran todo platos vegetarianos pero había tenido el detalle de pedirme algo de carne por si los platos no eran de mi gusto. En realidad fue una comida un tanto divertida, a veces Bill me pillaba observándole, pero no era el único. Tras esas miradas ambos sonreíamos y volvíamos a comer.
Los dos chicos volvieron después de que Bill llamase y avisase de que podían venir a recogerlo todo. Esta vez el chico de antes simplemente me sonrió, me recordaba a Bruce, rubio e igual de guapo. Bill se dio cuenta y pasó su brazo por mi cintura. Mi pulso se aceleró de inmediato. Sonará estúpido, pero fue una especie de decir que ya estaba cogida, o eso fue mi impresión ya que ambos se dedicaron miradas no precisamente de cariño. Tras terminar Bill comienza a hacer planes, creo que suena todo a despedida. Sin poder evitarlo un fuerte nudo se agolpa en mi pecho.
-Pues, mañana quizás podemos quedar, hoy de noche quedaría pero me es imposible, tengo que acudir a varias citas... y la gente te miraría raro. Tampoco es que me importe que la gente te mire, no me malinterpretes, es que... aunque seamos amigos -Zás, con cada palabra que salía de su boca empeoraba la situación. Sabía que éramos sólo amigos, pero no sabía que los amigos se besasen cuando sintiesen la necesidad de hacerlo, como si faltase el oxígeno suficiente si no lo hacíamos.- Pues sería extraño que de la noche a la mañana una chica tan guapa como tú apareciese a mi lado. Los medios especularía, ya sabes como son.
-Pues no, la verdad es que no lo sé porque no soy famosa.-Si algo me molestaba de los famosos, era menospreciar a los que no lo eran , y en esos momentos él lo estaba haciendo por mucho Bill que fuese.-Pero no te preocupes, no iré de todos modos, soy yo la que no quiere mezclarse con gente así.
-Eh no te enfades, ya te lo he dicho, no me malinterpretes, podemos quedar igualmente... aquí de nuevo-sonrió con esa preciosa sonrisa que embelesa a cualquiera que la observe y mis músculos se relajaron, mientras que mi ira fue desapareciendo poco a poco.-yo te llamo mañana ¿vale?
-Entonces ya está?ya me voy?
-Es que parece que quiero que te vayas, pero tengo trabajo que hacer … y hoy si no lo sabes vamos a ir a un nuevo programa de televisión y … en breves vendrán a echarme la bronca... son ya las 4.No te preocupes, te voy a acompañar hasta tu hotel.
Mi mente comenzó a imaginarse cosas raras de inmediato. Hoy había un programa, me estaba echando literalmente, había jugado conmigo pero sin llegar a nada, no quiere que le acompañe a la fiesta, vale, yo tampoco quería ir, pero me lo dijo como si detrás de eso hubiese algún tipo de secreto, y entonces lo vi claro. Las nubes desaparecieron y detrás de ellas en el cielo abierto había un cartel que me decía lo tonta que era. Seguramente la carta era de hacía ya algunos meses, quizás la estaba releyendo porque hoy llegaría la tal Jessica, por eso no quería que le viesen con nadie mas. Puede que fuese todo producto de mi imaginación, que mi locura fuese monumental, pero siempre me creí lo suficientemente cuerda como para no inventarme ideas descabelladas.
-Oh muy amable por tu parte, mañana quizás pueda ganarte a los zombies -sonreí intentando apartar mi mal humor de pensar en aquella chica, la verdad esque no tenía nada en contra de ella, y según la carta simplemente parecían amigos pero el no saber a ciencia cierta que iba a suceder aquella noche no me dejaba la mente tranquila.



Capítulo 12
-Bueno... quieres dar un paseo por el parque o...quieres ir a mi habitación..o quieres tomar algo?Oh es cierto, es ya la hora de comer, te parece bien?Podemos subir a mi suite hay una mesa muy bonita.
-Claro, como tú quieras.
Le seguí hacia el ascensor de rejas, y una vez dentro un guardaespaldas nos acompañó. No sabía que decir ni que hacer por lo que me mantuve en silencio mirando el suelo fijamente. Escuché algo así como una risa pero decidí no subir la vista. En pocos segundos la puerta de rejas fue abierta por aquel hombre gigante y Bill muy educadamente me invitó a salir primero. Había un pasillo muy largo hacia la derecha y una especia de sala de estar a la izquierda. Bill me guió empujándome cariñosamente por la espalda hasta pararnos al final del todo, en dos puertas muy separadas entre sí en las que traía el nombre de su grupo.
La habitación era enorme, algo inimaginable, las paredes estaban decoradas azul celeste, y en el centro de una pared se colocaba una cama matrimonial enorme, con una colcha blanca. No había ventanas, era todo un gigantesco cristal que daba a una terraza pequeña con unas vistas preciosas. Todo verde y pude divisar el parque que Bill había mencionado antes. Y sí, en una parte de aquella habitación había un lugar con una mesa bastante amplia con cuatro sillas y dos velas en el centro.
Tras salir de mi ensoñación con aquella habitación, reparé en que Bill estaba apoyado en la puerta observándome con una sonrisa.
-¿Esa cara significa que te gusta esto?
-Sí, es perfecto todo!La mesa , la cristalera , la terraza, las vistas, la cama, tú. Todo es perfecto, estoy segura de que aún sigo soñando.
-Bueno, ponte cómoda , yo voy a hacer unas llamadas vengo ahora.
Y sin más salió de la habitación. Di varios pasos hacia la pequeña terraza tras despojarme de la chaqueta de cuero y posarla sobre uno de los respaldos de una silla. En la mesilla de noche había un sobre medio abierto. La curiosidad me pudo y caminé sigilosamente hacia él. Tomé asiento en la cama y sostuve el sobre en mis manos. ¿Enserio usaban para algo las cartas? Pero... si no tenían residencia fija en estas fechas. Abrí por completo el sobre de manera rápida, dándome cuenta de que en realidad estaba violando su intimidad, y Bill podía entrar en cualquier momento.
Había una foto y una hoja vieja, como si la hubiese leído muchas veces. Estaba en alemán y en ella traía que era para Bill y Tom y firmaba una tal Jessica. Intenté leerla por encima. Decía que muy pronto se verían, ya que por fin iba a poder trabajar con ellos, y que estaba esperando ansiosa el poder estar con ellos casi todos los días, que se estaba esforzando mucho en las prácticas para que no la despidiesen y también se explicaba porqué mandar cartas en vez de e-mails. Aunque no tuve tiempo para leerlo, oí las botas de Bill y me apresuré a guardar la carta rápidamente, echándole un vistazo a la foto por última vez. Eran ellos, estaba claro, Bill sostenía a la chica de la cintura y Tom por uno de sus hombros, los tres sonrientes posiblemente a una edad de 13 años.
Me levanté rápido e intenté aparentar tranquilidad, sosiego, cosa que Bill creería.
-Hey, ya estoy de vuelta, ya sabes David es un pesado...
-Ah no te preocupes, no has tardado nada-sonreí nerviosa.
-Traerán la comida enseguida, me he tomado la libertad de pedir yo mismo, si algo no te gusta, te traerán algo rápido, mientras si quieres podemos sentarnos y hablar simplemente.
-¿Hablar solo?Sobre...¿tu vida?
-O sobre la tuya, seguro que es más interesante.-Me senté y le miré fijamente, caminó por toda la habitación hasta quedarse frente a mí.
-Vale, empiezo yo.
-Te escucho.
-¿Es cierto que me estás secuestrando porque te ves en la obligación de hacerlo ya que las chicas que quieren estar contigo están todas locas?
-Hmmm..-colocó su mano en la barbilla indeciso-puede. Vale a ver yo.
-Dígame.
-¿Es cierto que te encuentras entre estas tres pareces y una cristalera porque estás totalmente enamorada de alguien que se encuentra cerca de ti?
¿Qué pretendía hacer con esos comentarios?Por supuesto que sí que otra cosa iba a ser?Quiere que le conteste que si y se quede tan agusto? ¿O que quiere?
-Tal vez, oye siéntate, es difícil verte bien desde tan abajo.
Se agachó y esta vez si pude ver sus preciosos y brillosos ojos mirándome. Haciéndome sentir lo más importante del mundo en esos momentos. Cogió mis manos mientras me acariciaba muy suavemente.

Capítulo 11
La verdad es que era difícil realmente concentrarse en la pantalla para descargar mi adrenalina con aquellos seres come cerebro, porque no podía evitar echar un vistazo a su cara de concentración aniquilando a todo ser muerto andante que venía en nuestra dirección. Hubo un determinado momento en el que le pillé mirándome de reojo y rápidamente cambió la mirada hacia la pantalla disimulando. Entonces de nuevo me puse nerviosa, y él terminó ganándome. Genial.
-Te dije que no tendrías posibilidades jugando contra mí.-sonrió de manera burlona mientas se apoyaba en la máquina cruzando los brazos.
-Entonces...puedo unirme a ti?Es lo que se suele decir, si no puedes con tu enemigo...únete a él, bueno en realidad no se si es así fijo pero..¿a que es buena idea?-sonreí, ya que estando cerca suyo era imposible no hacerlo, sentía como las mariposas del estómago volaban y me recorrían todas la partes de mi cuerpo. Me acerqué muy lentamente hacia él sin saber muy bien lo que estaba haciendo hasta quedarme cerca, bastante cerca.
-Es algo que suena muy apetecible-Tomó mi mano y entrelazó sus dedos con los míos, provocando sensaciones en mí inimaginables, despertando sensaciones que no había sentido antes, haciéndome feliz con ese simple gesto.
-No entiendo porqué eso de apetecible...no..-de repente me presionó contra su pecho mientras con la otra mano me cogía del mentón. Nos miramos a los ojos mientras mi corazón se iba a salir de un momento a otro. No lograba respirar con normalidad, ya que la situación me superaba, la sangre me ardía bajo mi piel, necesitaba mi droga, le necesitaba ya.
-No...¿no ...que?-Nuestras respiraciones eran entrecortadas y no supe que responderle por lo que pasaron varios segundos en silencio, mirándonos intensamente, mientras mi cuerpo estaba totalmente pegado al suyo.
-Iba a decir... que la palabra adecuada...no sería esa...un simple...suena bien...hubiera bastado.
-A mí me gusta más suena apetecible, estás en mi equipo...aunque...no sin antes...-sonrió pícaramente y yo me mordí el labio inferior avergonzada.
Me besó la mejilla, un beso lento y dulce en mi mejilla. Inmóvil me quedé cuando sentí cómo me besaba toda ella bajando poco a poco hasta llegar a mi cuello, haciéndome cosquillas. Permanecí quieta hasta que empezó a succionar y me aferré a él con más fuerza. Quería besarle ya. Necesitaba esos labios cálidos presionando los míos. Pero... dejó de besarme y me separó de él muy delicadamente sonriendo levemente, como si temiese que mi reacción fuese mala.

Capítulo10
No sabía donde “meterme” y rezaba para que dijese algo y no le diese importancia, no solía ser tímida, pero con él las cosas cambiaban. Aparté todo lo que pude mi rostro de su campo de visión, ya que mis mejillas por enésima vez en el día se tornaban rosadas. Fijé la vista de nuevo en el paisaje verde alemán.
-Gracias- y por primera vez, su voz pareció tímida también. No hablamos de nuevo hasta que el coche comenzó a reducir su velocidad. Empezamos a subir una pequeña montaña donde muy al fondo se distinguía una especie de castillo. Yo no me giré para ver que hacía o observarle, de todos modos me había raptado y era toda suya, tendría tiempo de observar todas sus perfecciones.
Según nos fuimos acercando, observé que aquella especia de castillo no era lo que parecía ser. No había coches, si no furgonetas grandes negras, coches igual que en el que estaba y una limusina blanca. Se apreciaba como había actividad en él y confirmé mi hipótesis de que fuese un restaurante o un hotel cuando ví aquel cartel decorado medievalmente con letras típicas de aquella época. Estaba un poco en shock, ya que...¿qué se supone que íbamos a hacer en un hotel como ese?
Varias ideas estúpidas acudieron a mi mente y de repente me avergoncé de mí misma y ladeé la cabeza ensimismada en mis cosas.
-¿Era algo así lo que imaginabas?-Sobresaltada por escuchar de nuevo su voz, esa voz que me transportaba a ese mundo tan bonito, me giré y ví cómo me observaba, serio, esperando tal vez un sí como respuesta.
-La verdad es que no.-me mordí el labio inferior en señal de inquietud, inseguridad y él sonrió ampliamente.
-Dicen que aquí vivió un antiguo rey y que al día de hoy , todavía sigue viniendo de visita las noches en las que hay gente durmiendo en el palacio.
-Y esto...me lo cuentas para que me asuste..o para que...me asuste?
-Jajaja no, te lo cuento para que estés informada de todo en todo momento, y para que veas que es mentira, llevo durmiendo aquí dos días.
Entonces, todo encajó, las furgonetas, los coches, la limusina. Aquí él estaría protegido de cualquier fotógrafo, tendría todo lo que quisiese y nadie sabría nunca que yo, Alicia he estado con él. De repente mi mente comenzó a funcionar aceleradamente. Si en realidad no era como decía ser en las revistas...¿que significaba?¿Que era como Tom decía ser?¿Que los papeles en la vida real estaban cambiados?No, Tom parece sincero. Pero..¿Bill? ¿Porqué yo estaba en este coche, sabiendo que hay miles de chicas más guapas que yo que podrían estar en mi lugar?
-Eh, estás bien?-me tocó el brazo y corrientes eléctricas recorrieron éste para después expandirse por todo mi cuerpo.
-Si si..-Debía de dejar de pensar en esas cosas y al menos, vivir el segundo.
-Estás pálida, ¿seguro que no te pasa nada?-sus ojos tan brillantes como siempre me dejaron eclipsada y sólo pude asentir de nuevo.
El coche aparcó frente a una gigantesca escalera. Bill salió del coche y yo le imité, insegura de nuevo de mis pasos. Sonrió levemente y aguardó unos segundos allí de pie. Fue entonces cuando salió del coche su supuesto guardaespaldas que nos indicó por donde ir. Era tan alto como Bill o más, e iba vestido entero de negro. Llevaba el pelo cortito que era rubio. Era el típico alemán se diría cualquiera. Bill se acercó a mí y con un leve movimiento de cabeza me invitó a seguirles.Subimos por unas escaleras opuestas a las gigantescas que veíamos desde el coche y entramos en aquel precioso hotel.Todo era tan grande...los techos tan altos...seguramente todo tan caro...Me quedé impresionada y por un momento dejé de caminar observando cada mínimo detalle de aquel precioso salón.Los tapizados, los cuadros, la mesa...
-Eh!-Su voz me llamó desde una pequeña puerta y corrí hacia él.
-¿Quieres que te lleve de la mano?No quiero que te pierdas...-finalizó burlandose de mí con una de sus sonrisas que parecían tener escrito en ellas las palabras: satisfecho de lo que he dicho.
-Si no me llevases a sitios tan grandes tal vez no me perdería.-le miré todo lo mal que pude, ya que me era imposible y seguí tras él sin rechistar.
Al fin llegamos a una sala gigantesca, llena de juegos. Había todo tipo de maquinitas para pasar el tiempo. Le miré, y seguidamente a las máquinas. De nuevo le miré incrédula a él y a las máquinas. ¿Pretendía pasarse el día aquí conmigo?¿Qué clase de cita era eso?Aunque nadie dijo que fuese una cita...
No podía creerlo.
-Eh, no pienses que estarás aquí encerrada, esto es provisional ¿vale?
-Oh, no importa de todos modos quiero jugar a eso de zombies!-vale, puede que no me gustase la idea de que eso fuese la cita que iba a tener con él pero, tras aclararme que no era así, jugar con él se me antojaba excitante, bueno todo lo excitante que pudiese jugar a un juego de zombies con Bill.
-¿Enserio?No tienes posibilidades conmigo.-Corrió tras de mí y cogió la pistola verde, yo ya tenía la azul en mis manos.
-Eso ya se verá monada.-le miré de reojo. Quería ver su reacción ante esas palabras. Pero su cara no cambió, estaba ya concentrado matando zombies y me estaba ganando!-Eh!no vale no me has avisado!
-Se supone que ya habías empezado tú, o tal vez estabas mirando a la monada que tienes al lado?-¿Cómo conseguía siempre cambiar las tornas?Parecía que ahora estaba controlando la situación, pero me equivoqué nada más empezar a hablar.
-De todos modos me has ganado y no contará ¿vale?-bajé la pistola y le tendí la mano.-¿Trato?-Hizo lo mismo que yo y sentenció que el trato estaba bien.

Capítulo 9
Se acercó muy lentamente a mí, teniendo que apoyar una de sus manos en el gran asiento del coche. Mis pulsaciones que todavía no se habían calmado siguieron aceleradas, y a cada milímetro que él se acercaba aumentaban su ritmo. Nuestros ojos mantenían la mirada fija, penetrante, hasta que llegó muy cerca de mí, tanto que nuestras narices llegaron a rozarse. Sonrió y acercó su apetecible boca a mi oído. Por un momento dejé de respirar.
-Creo que será divertido. No pienso darte tan siquiera una pista.-Me estremecí y se apartó de nuevo sonriendo de oreja a oreja.
No sé cómo pero el chófer ya sabía donde debíamos ir, lo tenía todo planeado y aún no podía creérmelo. Pasamos varios minutos en silencio en los que yo observaba el precioso paisaje de la ciudad de Berlín. No había tenido ocasión de “verla” por así decirlo en coche. Notaba cómo me escrutaba, controlando cada uno de mis movimientos hasta que por fin dijo algo.
-Bueno,¿y que hay de ti? Supongo que conoces muchas cosas de mí pero yo de tí en cambio...-le miré sorprendida, por un momento, me había alejado del mundo otra vez.-sólo sé de dónde eres y que a pesar de que te gustan las sorpresas eres muy impaciente-rió y yo le acompañé con una carcajada.
-Me gustan los coches, sí mucho-dije mirando por la ventana.-Sobre todo los grandes aunque los deportivos diminutos también me gustan pero prefiero los grandes si, y si son de un color claro mejor, pero este aunque sea negro es muy bonito.-Le miré girando rápidamente la cabeza y le ví con las cejas alzadas sonriendo, me encantaba esa expresión.-¿Qué?¿No querías saber cosas de mí?
-Relájate-dijo riéndose.
-Pero....si estoy relajada-y la verdad es que estaba comenzando a hacerlo antes de que él me preguntase cosas, y ahora estaba de nuevo de los nervios, aunque no por quién fuese, sino porque estaba con él, en un espacio reducido.
-Jajaja no lo aparentas, así que te gustan los coches grandes...
-Sii! Muchoo-dije emocionada.
-Vaya, interesante...-entrecerró un poco los ojos como si estuviese maquinando algún plan en aquella brillante cabeza.
-Oh vamos, ¿donde me llevas?Esto se está alejando de la ciudad.-Dije con un tono algo histérico haciéndole ver lo nerviosa que me ponía.
-¿Dónde crees que puede llevarte alguien como yo?
-Aa...tu casa a conocer a tu..¿familia?
Levantó una ceja de nuevo y se empezó a reír a carcajadas.
-Oh vamos, hablo enserio, sinceramente, a sabiendas que supuestamente me conoces más que yo a ti...¿donde te puedo llevar?
-Veamos-le miré haciéndome la interesante y analizando cada mínima expresión de su dulce cara-sé que eres romántico, por lo cual va a ser muy privado-torció la boca hacia un lado intentando esconder la sonrisa-y... sabiendo como eres habrá sido muy caro.
-¿Hasta ahí ha llegado tu respuesta sincera?
-Sí, cuando estoy nerviosa no logro pensar con claridad y no se muy bien lo que digo y lo que no.
- Pues..probablemente te sorprendas, no soy solamente como pintan las revistas.
-Claro que no. En realidad, todo tu es como una de tus canciones...
-¿en serio?-abrió los ojos mucho exagerando el gesto y mirándome con cara sorprendida.
-Claro...no importa cuantas veces la escuches, siempre descubres algo nuevo que te pone los pelos de punta.-No sé exactamente como esas palabras salieron de mi boca, pero en cuanto lo hice me quedé callada y petrificada. Había dicho un pensamiento en voz alta, sin querer, y sin poder evitarlo.

Capítulo 8
Sus labios dejaron de presionar los míos con dulzura, pasados unos segundos. Tras abrir mis ojos vi cómo me observaba con una mirada traviesa y sonreía haciendo que mis piernas temblasen. Sentía que de un momento a otro si él no me sujetaba caería al suelo. Lo cierto es que con tan sólo ese beso había sentido miles de cosas que no había sentido nunca, estaba feliz, sentía que nada ni nadie podría quitarme mi momento. Acababa de besar a la persona que más amaba en el mundo y sentía que nadie podría volver a besarme del modo en que él lo había hecho y hacerme sentir esas sensaciones tan placenteras al mismo tiempo.
-Creo que tal vez me he precipitado, lo siento-dijo sonriendo aún muy cerca de mí, susurrando con una voz tan sensual que sentí escalofríos.
-Entonces perdóname por hacerlo contigo.-le seguí también susurrando.
Ambos seguíamos mirándonos a los ojos intensamente, inmóviles, hasta que al fin bajó la mirada. Yo no pude hacer lo mismo, no lograba apartar la mirada de su preciosa cara. Observé cómo se mordía el labio inferior y se apartaba ligeramente de mí soltándome de la cintura. No sabía muy bien que hacer. Así que no hice nada. Me quedé mirándole y notando como mi corazón latía fuerte, muy fuerte, tanto que sólo escuchaba mis latidos resonar una y otra vez en el pecho. Me dirigió una fugaz mirada. Una mirada cargada de fuego que me hizo sonrojar de nuevo. Sonreí tímidamente y él con un leve movimiento de cabeza me indicó que le siguiera.
Lo hice, pero no se exactamente que pretendía, caminaba rápido como un niño pequeño que va a buscar sus chucherías preferidas antes de que cierren la tienda.
-¿Qué se supone que hacemos?o..¿dónde se supone que vamos?
-A un lugar más privado, empieza a hacerse tarde y no tardarán en reconocerme.-Miró atrás y vio que me costaba seguir sus grandes zancadas.
-Venga -dijo mientras me extendía la mano. Pretendía escapar ahora rápido y corriendo pero, ¿a donde exactamente?
Cogí su mano desnuda, sin ningún tipo de guante como los que solía llevar de cuero y tiró de mí conduciéndome a través del parque por sitios donde todavía no había tenido tiempo de pasar.
Había pensado en qué pasaría hoy, había imaginado otra cosa, pero desde luego era excitante ir de su mano sin saber a donde íbamos, y porqué después de habernos besado. Aunque todavía no había tenido tiempo para asimilar y analizar mi situación, ni lo que había pasado.
No me atreví a preguntar nada y la verdad es que eso de las sorpresas me gustaba así que seguí caminado en silencio observando como poco a poco aumentaba el ritmo. Caminaba más deprisa y no veía el minuto en el que encontrásemos la salida de aquel gigantesco refugio. Mis botas provocaban un sonoro ruido con cada paso que hacía provocando un incómodo eco. Bill ignoraba los ruidos, parecía tener un punto fijo situado frente a sí que debía de alcanzar lo antes posible.
La temperatura era muy baja y el aire frío chocaba contra mi cara congelándome así cada músculo. Sólo mantenía una de mis manos calientes y era gracias a Bill. Nos quedaba poco para llegar al final del parque y notaba cómo mi garganta empezaba a resentirse. Poco después pude ver cómo un enorme coche negro esperaba frente a la entrada del parque. Y Bill aumentó más el ritmo haciéndome esta vez correr.
Abrió la puerta y aún tomándome de la mano me ayudó a subir.
-No entiendo nada.
-A veces es bueno no hacerlo.
-¿A si?¿y donde vamos exactamente?
-¿No te gustan las sorpresas?
-Sí, pero soy muy impaciente-dije con una sonrisa. Me dedicó una mirada que no sabría muy bien que quería decir y sonrió.
-Entonces...

Capítulo 7
-Me ha encantado es muy de mi estilo muchas gracias-no dejaba de sonreír y no podía apartar la mirada de aquellos labios carnosos y sensuales.
-Bueno y ..-iba a preguntarle que porqué estaba aquí y precisamente conmigo pero me interrumpió mientras colocaba sus manos grandes y delgadas tras su cuello.
-Antes que nada quería que te quedases esto, para agradecerte el pañuelo, para agradecerte el que estés aquí y para que te lo quedes de recuerdo.-Me tendió un colgante que solía llevar puesto en los conciertos:
No sabía si reír o llorar, estaba paralizada. Se levantó y colocó mi pelo hacia un lado provocándome escalofríos. Acariciando mi cuello, ronzándolo casi sin tocarlo. Mis músculos estaban rígidos y mi respiración era ruidosa.
-Tranquila sólo te lo pondré, prometo no morderte, al menos por ahora.-La sangre comenzó a acudir a mi mejillas y no supe que contestar. Se sentó de nuevo y yo miré emocionada aquel collar.
-No sé que decir... mil gracias. No sabes lo que esto significa para mí. -Observé como me escrutaba con esos ojos chispeantes.
-Me presentaré formalmente-me guiñó un ojo y siguió.-Soy Bill Kaulitz, encantado de conocerla señorita...
-Alice Engel, de España.
-Oh enserio?Entonces... hablas genial el alemán.
-Gracias, ya sabes escuelas y familia alemana.-Se acercó a mí y colocó parte de mi pelo que caía por mi cara tras mi oreja. Mantuve mis ojos en los suyos y una pequeña sonrisa que adornaba mi cara.
-Te apetece dar un paseo?
-Lo que tú quieras, me apetece siempre que estés conmigo.
Caminamos uno cerca del otro, hablando de tonterías. Yo le confesé que estaba enamorada de su hermano pero que era un amor odio, es más sólo lo dije para ver su reacción.
-Cómo? Mi hermano? Pero si él es...es raro, yo soy el gemelo guapo
-lo sé.
-Entonces?-dijo mirándome con incredibilidad
-Tiene un punto misterioso que me encanta.
-Y yo no?-levantó la ceja, esa ceja que hace que medio mundo se derrita.

B.K:
Dejamos de caminar. Uno frente al otro nos colocamos. Nuestros ojos se miran. Yo sonrío nerviosa, pero tú estás serio. Me concentro sin quererlo en tus labios, y en una décima de segundo en la que miro tus ojos veo que también se centran en mis labios. Colocas una de tus suaves manos en mi cintura, bajo mi chaqueta y como un impulso programado me acerco aún mas a ti. Sonríes esta vez satisfecho de tu victoria, me tienes y lo sabes. Entonces decides no esperar más, no esperar a que yo haga el paso. Por fin siento tus labios presionando con suavidad los míos. Haciendo de esto un cuento de princesas, convirtiéndolo todo en algo tan sureal que pienso que es de nuevo uno de esos sueños en los que justo después de esto dices que todo es un error y que no tendrías que haberme conocido. Pero nada de eso sucede, el beso se alarga y yo te sujeto con fuera tirando de ti hacia mí en un último recurso de no perderte, de que no te alejes. Pero tu me sigues el juego. Nuestras lenguas juegan rápidamente. Noto tu piercing y me estremezco.


Capítulo6
Me incorporé en la cama sobresaltada y desorientada. Busqué mi móvil y me levanté corriendo a cogerlo, estaba encima de una pequeña silla.”Número oculto” decía mientras la canción “In your shadow” seguía sonando. Se apagó la luz y miré si había algo mas. Llamadas perdidas 6 ; 1 nuevo mensaje. Con los ojos medio cerrados le dí a ver mensaje. 
Estare en el parque del otro día hasta las 10.Esto es una locura, pero espero verte por aquí. Tu chico misterioso.
De repente, el sueño se disipó y comenzó un pequeño hormigueo en el estómago seguido por unas ganas incontrolables de gritar. Mi pulso comenzó a acelerarse mientras daba vueltas por la habitación. Bruce seguía durmiendo, cogí el móvil y me fui silenciosamente pero no por eso, sin correr a mi habitación. Eran las 8:50 a si que debía de estar perfecta en un tiempo récord. Vaqueros, camiseta blanca, chupa de cuero , botas con tacón y maquillaje en los ojos. Me encantaba resaltar el color claro de éstos. Mi pelo estaba muy enredado a si que no tuve tiempo de alisarlo bien, simplemente me puse unas cuantas horquillas para quitar el largo flequillo de mi cara. La verdad es que no asimilaba la situación. No sabía cómo le iba a encontrar en un lugar tan grande. Y la idea de simplemente saber que él está ahí fuera esperándome...Es algo indescriptiblemente indescriptible.
(escuchad mientras leeis ) http://www.youtube.com/watch?v=JMAmt3fhbAA
Era una mañana un tanto extraña. Se filtraba el sol a través de las copas de los árboles creando un ambiente interesante, tranquilo. No se apreciaba más que el ruido de la gente charlando en los bancos, algún que otro tacón de mujer y esas preciosas fuentes que daban vida al lugar, lo adornaban de una manera particular. La verdad es que me encantaba este lugar, parecía que te alejaba por así decirlo de la civilización, del ruido de los coches.
Tardé bastante en centrarme y caminar por donde ambos habíamos chocado. El sol comenzó a esconderse tras unas grandes nubes grises que daban a entender de que el día bonito se había terminado. Me senté en un banco sin saber que hacer. Nerviosa, con mi móvil comencé a enviar mensajes a una amiga que vivía en Barcelona. Y luego me puse a escuchar música, y el tiempo pasaba y cada vez estaba más convencida de que todo era una broma, o que tal vez ya se había ido..o que...quien sabe. Permanecí sentada en aquel banco intentando mantener mi mente en blanco, pero cuanto más lo intentaba más pensaba qué le tenía que decir. Debía de improvisar. Miré mis uñas, pintadas de negro, y más allá pude ver unas preciosas botas negras. Mis ojos se abrieron mucho, y casi sin atreverme a levantar la mirada esas botas se acercaron a mí.
-Puedo sentarme señorita?-Su voz clara y profunda retumbó en mi cabeza haciéndome reaccionar.
Una sudadera gris, un pantalón tejano negro, un pañuelo al rededor del cuello y unas gafas de sol. Aún así con esas pintas era la persona más preciosa del mundo. Le tenía a mi lado esperando una respuesta. Al fin vi su cara, al fin me atreví a mirarle a los ojos y contestar con una pequeña sonrisa.
-Por supuesto, de hecho le estaba esperando.-Seguí su juego y me hice a un lado dejándole más espacio en el banco. Sonrió y puedo asegurar que nunca había visto esa sonrisa. Bill tenía muchas y yo las conocía todas,pero esta era especial. Tal vez lo fuese para mí porque sólo la había visto yo o porque estaba simplemente loca por él. Ambos nos sentamos mirándonos.
-Te ha gustado el pañuelo...¿o es sólo para quedar bien?-le dije nerviosa sonriendo sin saber que hacer con las manos y jugando con mis anillos.


Capítulo 5

Mi estado de shock duró mucho tiempo. Tanto que cuando pude analizar la situación y pude repetirme tantas veces que me la había dado a mi para creérmelo, levanté la vista y vi como las calles estaban casi vacías y no quedaba mas que papeles por los suelos recordándome que habían estado allí miles de chicas. Las calles iluminadas por las luces provocaron ciertos escalofríos y volví de nuevo al hotel.
Me dí una ducha más bien fría y me tumbé a escuchar música, a escuchar su voz. Intenté dormir pero me fue imposible, estaba nerviosa. Así que me levanté y fui a la habitación de Bruce... hablar con alguien no me vendría mal.
-Se puede?-dije mirando fijamente esa cara hinchada de dormir con ojos medio cerrados, y sin camiseta con unos pantalones cortos.¿Estaba durmiendo a estas horas?tan temprano?
-Claro-se pasó la mano por la cabeza e hizo un gesto para que pasase.-Puedes sentarte en la cama... creo que la silla esta ocupada-tenía un montón de ropa en la silla y la cama estaba deshecha me senté a lo indio en medio de ésta.
-Me aburría en mi habitación, bueno en realidad necesito hablar con alguien me estoy volviendo loca.-Caminó con su perfecta musculatura ante mis ojos y se sentó frente a mí imitándome. Casi me da un infarto y creerme, es muy difícil no mirar los abdominales trabajados de un chico tan guapo cuando esta sentado frente a ti.
La luz que había en la mesita le daba un extraño aire, y tenía su mirada misteriosa clavada en mí. Bill no paraba de aparecer en mi mente con cada segundo que pasaba.
-Pues hablemos entonces,¿Quieres algo?
-No gracias, y tu...¿no tienes frío?-dije señalando su torso desnudo.
-No, pero si estas incómoda me pongo una cami...- pero no le dejé tiempo a seguir hablando.
-No no no no no me molesta tranquilo. A ver centrémonos.
-Querrás decir...céntrate no?
-Bueno eso...-no se como pero esa sonrisa hizo que mis mejillas se coloreasen de un tono rosado y me obligó a bajar la cabeza.
-Tranquila que no muerdo, cuéntamelo venga.-Le miré indecisa y tras una breve pause tomé aire.
-A ver tu y yo hablamos de Bill ¿verdad?Pues el caso es que fui a una firma de discos y el propio Bill Kaulitz me dio una nota y dio la casualidad de que por la mañana me choqué con el y estoy de los nervios completamente estresada ¿te parece normal?-Tomé aire y respiré profundamente cerrando los ojos, ya se lo había dicho.
-Pues... no muy normal todo esto no es. Primera cosa...dices que te encontraste a Bill hoy?
-Siii!-dije con ojos brillosos.
-Y te dio una nota...pero no su teléfono verdad?
-No...pero yo le dí el mio!-dije toda feliz.
-Entonces... piensas que tal vez el y tu... os podáis ver o algo?
-No lo sé pero vengo aquí a hablar contigo y espero que me ayudes a quitármelo de la cabeza, no consigo dormir. Aunque parezca mentira esta ocupando mi mente continuamente, incluso ahora hablando contigo su imagen se proyecta en mi mente. Y la firma de discos, y la nota han sido una especie de dosis que ha aumentado esta especie de obsesión/amor que tengo por él.
-No deberías pensar tanto en una persona que no ha estado nunca a tu lado, que ni siquiera te ha besado o dicho algo bonito.
-La verdad es que sí me ha dicho cosas bonitas.-le miré mal y ví como sonreía de nuevo mostrándome sus dientes que parecían querer morder algo.
-Ah si?Bien por él...espero que le veas pronto, dale recuerdos de su amigo Bruce-se levantó y salió al balcón. Un momento, él tenía balcón ¿y yo no?Me levanté silenciosamente y caminando de puntillas le seguí. Estaba apoyado fumando un cigarrillo. Me acerqué y acaricié una de sus manos. Su piel era suave, y en cuanto el contacto de produjo todos sus músculos del brazo se tensaron.
-¿Qué piensas?
-Demasiado temprano para decirte lo que pienso.
-Mientras no sea tarde...-se produjo un silencio corto.
-Aléjate de él,es solo un consejo.
-¿Por qué me dices eso ahora?
-Porque no quiero que te haga daño.
-Lo que haga o no no es asunto tuyo, sólo venía a olvidarlo y desde que he entrado no he hablado de otra cosa. Te dejo dormir dormilón.
-Si quieres puedes quedarte, hay sitio de sobra y prometo no decir nada más de ese tal Bill -me cogió de los hombros y con una sonrisa añadió-decidido así no me aburro.
Yo me tumbé en la cama y él a mi lado. Hablamos mucho y nos reímos mas. Yo le conté mi vida resumida y él me contó su vida ajetreada. Congeniamos muy bien tanto que me dormí entre sus brazos. Había logrado no pensar en Bill, pero el subconsciente me recordó porqué estaba en Alemania.
Me encontraba en una playa, sentada en una roca y Bill se encontraba en la orilla, vestido de negro y caminando hacia el mar. Se giró y vi su cara , su dulce cara manchada con borrones de maquillaje que resbalaban por sus mejillas. Estaba llorando. Entonces... escuché la melodía de mi móvil...y todo se fue difuminando poco a poco.

Capitulo 4

Aparté mi cara lentamente , temiendo su reacción. Mantuvo esos ojos en los mío un largo rato. Por fin me decidí a hablar.
-Tengo que hacer muchas cosas y …
-Entiendo... por cierto, mi habitación es la 240.-Asentí con la cabeza mientras se marchaba tras la puerta de mi habitación.
¿Qué había hecho?Tal vez no debería pero , tal vez Guillermo no me espere para siempre , tal vez si no me ha dicho nada es que no hay posibilidades de tener nada serio con él. Tal vez este chico sea mucho mejor de lo que Guillermo ha sido en toda su vida conmigo. Hemos salido dos años en el instituto y no ha hecho más que amargarme la vida literalmente. Aunque lo peor no es eso, lo pero es que como una tonta, aún sigo enamorada de él. Su pelo castaño y sus ojos marrones me pierden, y cuando sonríe me trasporta a otro mundo que nadie ha logrado transportarme nunca donde todo parece ser fácil y donde todo está bien.¿He dicho que nadie lo ha logrado? Me he equivocado, Bill Kaulitz lo logra con cada una de sus canciones, gestos, sonrisas, y palabras que dice y hace. Todavía me cuesta convencerme de que es un sueño inalcanzable.
Me doy una ducha rápida y coloco toda la ropa nueva encima de la cama. El vestido nuevo negro demasiado corto, lo descarto. La falda negra no me queda bien con las botas...Me pondré el tejano oscuro con la camiseta blanca grande de aerosmith. La chaqueta de cuero cortita y unos botines negros con un poco de tacón. Coloco la bolsa con un pañuelo/bufanda para Bill cerca de la puerta para que no se me olvide en la que también introduzco una pequeña carta para los cuatro y por si la suerte me acompaña mi número de teléfono.
Tardo en maquillarme siglos, no me queda nada bien el maquillaje y esta es la cuarta vez que me desmaquillo.
Y todo es por culpa de los nervios de ver a menos de un metro quizás, a tus cuatro sueños. A esas personas que debes más de lo que crees en realidad. Los que hacen que te tranquilices cuando todo va mal, cuando sientes que tu vida es patética y no tienes nada a lo que aferrarte. Cuando todas tus relaciones terminan con un triste final. Ellos a pesar de cambiar y no estar físicamente, tu los sientes en ti como si formasen parte de tu corazón, o incluso algo más profundo tu alma desde que nacieses.
El recinto está lleno. No tengo espacio casi siquiera para colarme, pero por fin veo que pronto me tocará a mi subir esos cuatro peldaños que me llevarán a la euforia en una manera muy extrema. Veo sus cabecillas lejos, moviéndose de abajo a arriba firmando discos, camisetas y todo aquello que se le ocurra a una fan loca. Pregunté a chicas al alzar si se les había visto paseando por la ciudad y concretamente si él había sido visto. Nadie supo decirme nada. Seguramente estaba loca y no era él el chico del parque.
Ahora que lo recuerdo no había comido nada en todo el día y mi estómago no sabía si protestaba por no tener comida o simplemente me dolía de los nervios de verles. Mi pulso era nulo y mis manos comenzaban a sudar. Mis pies pisaban el último escalón que me llevaría a verles. Es increíble como apenas segundos en tu vida se recuerdan durante toda esta, y como interminables clases se olvidan al día siguiente.
Entonces le tuve delante, Gustav, que me sonrió mientras yo le dí mi disco. Sus gafas ocultaban unas pequeñas ojeras y unos ojos cansados. Su pelo rubio parecía recién cortado, rapado por los lados. Camiseta blanca y una cara seria.
-Gracias Gus...tav- bien Alicia bien, bueno, un lapsus lo tiene cualquiera verdad?
-Gracias- dijo en tono monótono, tal vez cansado ya de hacer lo mismo tantas veces...
Recogí mi disco toda felizona y con el poco espacio que me quedaba dí un pequeño pasito hasta centrarme en aquella melena tan perfectamente planchada y cuidada. Aquella melena que envidiaba. Pero no pude sonreír mas hasta ver aquellos ojos verdes, con un verde aún mas claro que el mío. Hipnotizadores, al igual que los de Bill, maldita sea aún en momentos en los que debo de vivir el momento sigo pensando en él. Le entregué el disco o más bien se lo acerqué a sus manos.
-Eres realmente guapo Georg.-No se cómo estaban ahora mismo mis mejillas pero espero que el maquillaje fuese bueno y tapase la sangre que acababa de acudir a ellas.
-Gracias-me observó un segundo para luego añadir-tu también.
Poco más y me desmayaría allí mismo. Cogí mi preciado disco y aún con la vista en sus ojos di otro pequeño paso a la derecha mientras “in your shadow” sonaba de fondo. Esa gorra negra torcida era realmente sexy en un hombre como el que yo tenía delante. Mi respiración aumentó su ritmo de la ansiedad por estar allí y él simplemente me sonrió de lado alzando su mano derecha en busca de mi disco. Al fin reaccioné y se lo entregué sin dejar de sonreir.
-Gracias Tom. -mi voz sonó rara, por las lágrimas que se comenzaban a acumular en mis ojos.
-De nada preciosa- Vale, ahora si me iba a desmayar. Con la poca fuerza que tenía volví a coger el disco y cerrando los ojos y aspirando lentamente y espirando lentamente dí otro paso a la izquierda.

Por mucho que escriba, por miles de palabras que existan ninguna podrá describir exactamente lo que sentí al verle ahí con esa perfecta sonrisa de niño pequeño y que en estos momentos era toda mía, era para mí.
Bajo su mirada busqué rápidamente el dichoso pañuelo negro y se lo entregué junto con el disco mostrándome lo más radiante posible. Él ya lo estaba.
-Te he comprado esto...no se si te gustará pero lo he hecho con todo mi cariño.-La voz me temblaba y mis ojos seguramente ahora estuvieran rojos y con un verde intenso. Odio estas situaciones. Odio parecer débil.
-Oh gracias-alzó las cejas sorprendido y guardó la pequeña bolsa detrás suyo, sin mirarla.
Me devolvió el disco,giré mi cuerpo reprimiendo lágrimas...
-Eh! Espera! -Me giré asustada, por tal vez haber hecho algo inoportuno ...no sé algo raro. Pero me encontré con esos ojos brillosos y esa sonrisa que hacía que todo lo que no fuese él no existiese para mí. Hizo un gesto con su mano para que me acercase. En esos momentos estaba en una especie de trance y no lograba reaccionar completamente a lo que hubiese hecho un día normal con alguien que no significase nada para mí. Pero el lo era, el era mi vida entera. Me acerqué a su cara, donde él me había mandado. Se inclinó hacia un lado de mi cabeza.-Guarda esto y léelo cuando salgas de aquí.-Me dio un pequeño papel que él mismo colocó en mis manos. Sonrió , bueno, me sonrió y entonces sí.
Bajé las escaleras y me senté en un banco nerviosa. Mi pulso de nuevo estaba demasiado acelerado. Con mucho cuidado comencé a desplegar aquella pequeña hoja. Era una nota escrita a tinta negra. Con una caligrafía muy bonita. No parecía como la de las cartas que mandan a fans. Estaba escrita con mucha delicadeza y cuidado:

Siento mucho lo de esta mañana. Parecerá una tontería pero...bueno me siento algo culpable de tu caída :)
Un beso. Tu chico misterioso.

Capítulo 3
Hay momentos en los que una simple sonrisa, una simple frase, un simple choque con alguien, lo cambia todo. Aquel chico, le había tenido enfrente a mí, y su voz no la había reconocido, ¿cómo es posible?Vale que hablase con un tono muy bajo pero... tal vez estaba loca , pero esta vez de verdad, tal vez... era todo producto de mi imaginación y, él no estaba una vez más ahí. Claro, una vez más estoy soñando ¿verdad?
Toqué mi pantalon que seguía mojado, me pellizqué el brazo varias veces seguidas dejando la piel algo roja, pero no sucedía nada.Seguía en aquel parque que comenzaba a no gustarme. Ya eran las 10:30 cuando miré el reloj, pensar en ese encuentro me había trastornado.Ahora lo que necesitaba era comprar ropa, ropa sexy sin parecer una fulana sisi. Si todo salía bien y al final no estaba loca, le vería en la firma de discos.  
El restaurante donde comí era realmente acogedor a pesar de que por fuera parecise un bar de mala muerte.La decoración era estilo años 80 y hasta la camarera llevaba un uniforme de acuerdo con la edad.Era rubia, alta y de ojos azules, que casualidad aqui todo eran guapos...Sus pantalones eran unos pitillo largos que le llegaban a la cintura donde adornaba un cinturón rojo pasión.Llevaba una camisa de manga corta a cuadritos pequeños blancos y rojos un poco desabrochada por la parte de arriba dejando ver gran parte de sus pechos.Su melena ondulada le caía por un lado de la cara junto con un pequeño tupé.Mantuve una pequeña conversación con ella he hicimos buenas migas, tal vez la viese en la firma. Ambas nos dimos el teléfono y el mail por si acaso.
Iba cargada de bolsas cuando estré en el hotel y vi de lejos a Bruno que vino corriendo hacia mí.
-Alicia, te ayudo con algo?
-bueno, si me ayudases con las bolsas.... te lo agradeceria-le dije con una radiante sonrisa.
-Si claro,-cuando cogía las bolsas nuestras manos se rozaron haciendo que un escalofrío recorriese mi espalda, le miré y pude observar como me escudriñaba con la mirada, mientras me sonreía.-Se puede saber que llevas aquí? son piedras?
-No! Es la ropa que me he comprado para hoy por la tarde, ¿sabes? Iré a la firma de discos de Tokio Hotel.
-Ah si? Te gustan mucho no?Me he fijado en tu colgante...
-Sí, bueno, ¿subimos?
-Claro-me dijo sonriendo otra vez.
En el ascensor no dejaba de mirarme y empezaba a sentirme nerviosa. Puede que una parte de ese nerviosismo fuera que el chico era muy guapo, y que me mirase hacía que sintiese unas mariposas en el estómago constantes. Llegamos a mi habitación y mientras posaba las bolsas encima de la cama habló con voz siniestra.
-¿Cuanto tiempo te quedarás por esta ciudad?-Me giré sorprendida y le vi a escasos centímetros de mí sonriendo, mostrándome sus perfectos dientes blancos, como la nieve que en breves comenzaría a cubrir la fría cuidad.
-Una semana, tu..¿ eres de aquí?-No podía hablar de otra manera que no fuese tímidamente.
-No lo sé ¿tu que crees?-Me centré en sus preciosos ojos azules, azul cielo que centelleaban con un brillo resplandeciente. Sí, al menos alemán parecía.
-¿Tal vez... de otra ciudad?-Comencé a hablar en susurros, tal vez por el ambiente que nos rodeaba.
-Leipzing- Entonces,mi mente empezó a funcionar demasiado deprisa, y Bill volvió de nuevo a mi mente.
-Entonces, ¿conoces a Bill Kaulitz?-dije yo emocionada subiendo el tono de voz.
-¿No deberias preocuparte mas por alguien real?a tu alcance... Quiero decir...alguien que pueda salir de un hotel sin ser perseguido por miles de chicas.-¿Me estaba tirado indirectas que yo no pillaba?
-No lo sabré hasta hoy por la tarde, todo puede suceder...
-¿Sabes?-se acercó más, mientras mi corazón latía deprisa, muy deprisa.-¿Eres muy bonita, quizás demasiado para ese tal Bill—Oh dios me estaba dando un infarto.
Se acercó a mí de repente, sin dejarme pensar nada, no me pude apartar, había caído en su trampa y además no se nada de él. Sus carnosos labios rozaron los mio lentamente, mi cuerpo inmóvil se quedó mientras él me sujetaba de la cintura y volvía a besarme esta vez con énfasis.Bill, de nuevo en momentos así siempre me viene a la cabeza. El chico del parque era él,¿ que hago besándome con este chico?
  
Capítulo 2
No sé muy bien cómo ni porqué pero me desperté temprano, muy temprano.Mi móvil marcaba las seis y diez de la mañana y la luz se colaba a través de las cortinas pálidas que había en la habitación, que era de un color pálido que hacía de toda ella una decoración minimalista y monótoma. Recordé todo lo sucedido ayer, las colas, los empujones, las luces, ellos, el vacío, la oscuridad de un parque, un chico... y llevándome una mano a la cabeza me levanté de la cama revolviendolo todo a mi paso para encontrar algo que ponerme.Quería estar decente por si me encontraba de nuevo a ese chico.Me abrigué bastante depués de maquillarme y salí del hotel a un paso tranquilo.Tenía las piernas cansadas pero me apetecía caminar.
Los coches en berlín no paraban nunca, el tráfico era siempre el mismo. Caminaba sin rumbo, pensando en mi vida, en mis amigas , en mi familia, en mis relaciones fallidas.En lo enamorada que estaba de un hombre que no vería nunca.Que no conocería siquiera un día, que no sabría diferenciar de lo que es amor o lo que es fanatismo.Sí, no dejaba de pensar en Bill Kaulitz.Hoy , hoy tendría otra oportunidad, hoy había una firma de discos.Yo debería estar allí fuese como fuese.Sólo necesitaba comprar algo bonito para ponermelo.Así que seguí caminando y buscando tiendas, o eso creía.
Nose cómo ni porqué pero tras recorrer varias calles dando vueltas y pasando por las mismas tiendas cerradas, de repente, me ví de nuevo en aquel grancioso parque.
Ahora podía apreciar los árboles llenos de pequeños animalillos llamados ardillas, si me hacen gracia, correteando de rama en rama como si fuesen monos.Había distintas estatuas cada ciertos metros y fuentes gigantescas en las que figuras de estilo griego decoraban los chorros de agua que salían con fuerte presión y que llegaban a salpicar la acera de alrededor.Me coloqué cerca de una de las fuentes y caminé despacio,intentando respirar algo de aire puro, concentrándome únicamente en el agua, los árboles y en mí.Pero todo sucedió demasiado deprisa y algo chocó con mi hombro haciendo que mi pié pisase un charco precipitadamente, cayéndome de culo en el suelo.Miré con cautela la gran figura que se encontraba agachada a mi lado tendiéndome una mano enfundada en un precioso guante negro de piel.
-¿Te encuentras bien?Lo siento mucho, iba pensando en otras cosas y ...no me dí cuenta de que estabas ahí y yo venía caminando deprisa y...lo siento.
Hablaba demasiado deprisa y a pesar de que mi alemán era bastante bueno , me costaba entenderle.Le cogí la mano y me ayudó a levantarme mientras yo soltaba un pequeño y tímido "gracias".Era alto, muy alto y delgado.Contrastaban mucho sus guantes con su sudadera addidas y su pantalón gris también addidas.No podía verle la cara bien ya que estaba ocultada su boca tras un pañuelo/bufanda negro y llevaba un gorro negro.El sol comenzaba a salir apenas hacía minutos pero él llevaba gafas de sol osuras.Era alguien extraño, pero quién soy yo para juzgar a nadie?
-Sí , si estoy bien, sólo me has asustado.-Dije sonriendo.Notaba sus ojos en los míos y eso de no poder ver los suyos me ponía nerviosa.Puse mis manos en los pantalones y noté cómo mi culo estaba mojado y seguramente sucio.
-Oh eso es tuyo?-se agachó y recogió mi colgante.Era una pequeña chapa en la que estaban inscritas dos letras, mi inicial y la de mi amor platónico.
-Gracias de nuevo-le sonreí y me dispuse a marcharme, después de todo sólo habíamos tropezado no?
-Espero verte pronto.-Ambos seguimos nuestros caminos pero a los pocos segundos hizo que me volviese a girar.
-Si mi intuición es buena espero verte esta tarde.-Lo dijo quitándose el pañuelo de la boca y enseñándome una sonrisa que reconocería en cualquier parte.Mi mente se nubló y por momentos creí que me iba a desmayar allí mismo, pero me giré simplemente y seguí caminando mientras la frase sonaba una y otra vez en mi cabeza.
         
  Capítulo 1  [Un día indescriptible]
Tan sólo han pasado 30 minutos desde que el concierto se ha terminado.Yan habá cumplido mi sueño, ya sabía que todo era real, ellos existían y a mi pesar eran realmente perfectos al menos en lo que en escenario se refiere.Pero cuando las luces se apagaron no fue felicidad precisamente lo que sentí, si no una gran vacío.Un vacío que me hace sentir totalmente insignificante en estos momentos, y ni siquiera sé porqué.
Ahora mismo me encuentro caminando por las calles de esta capital desconocida para mí, sin rumbo. No me espera nadie en ningún sitio , no almenos hasta dentro de dos semanas. Veo chicas como yo, llorando por la calle, con toda la pintura de los ojos negra resbalando por sus mejillas.Veo a otro gurpo que corre hacia un coche negro y grande.Supongo que estarán allí pero no tengo fuerzas para correr.De que me sirve correr si sólo soy una fan mas para ellos, alquien sin importancia.Desearía ser alguien importante en sus vidas, al menos conocida.Pero para ellos solo soy una histérica más del grupo que sólo les quiere por la fama, dinero etc etc.Y eso pone en mi contra la posibilidad de conocerles.
Me meto por calles anchas, repletas de luces, a la vista poco peligrosas e intento buscar a alguien para preguntar por un hotel. Pero no se como derepente me encuentro en un gran parque oscuro en el que las luces amarillentas de las farolas iluminan muy poco a su alrededor dando un aire misterioso y peligroso al gran parque. Mi chaqueta negra abriga poco y noto como mi aliento aparece en el aire con cada espiracion que hago.Veo un chico joven sentado en un banco a pocos metros de mi y por su buena pinta decido ir a preguntarle por el dichoso hotel.
-Perdona- consigo decir en alemán, algo que llevo preparando toda mi vida.-¿Podría decirme algún hotel cercano?-Espero no hablar demasiado mal.
-Pues justamente saliendo del parque tienes uno muy grande , es un edificio con cristalera , creo que hay dos seguidos, uno es el caro y otro el barato.Te recomiendo el caro, en él me alojo yo.
-Oh, gracias entonces te veré otra vez -le dije sonriendo, intentando parecer amable.
-Por supuesto, encantado,
-Alicia. Lo mismo digo...
-Bruce.-Sonrió e hice lo mismo para luego seguir mi camino por aquellas calles rodeadas de árboles, cristuras pequeñas y mucha oscuridad.
Mi habitación no era muy grande pero era lo bastante acogedora para almenos una semana.Sí tenía pensado pasar una semana en la gran ciudad de Berlín y otra semana en la gran cuidad de Hamburgo.Encendí la tele de plasma pequeña que había colgada.En realidad no miraba la tele, pero así parecía que no estaba sola por muy tontería que pareciese.Me queté la ropa y me tiré encima de la cama.Mañana por la mañana sería otro día.

11 comentarios:

  1. wow!
    me encanta:) si seguiis subiendolo me podeis avisar en mi blog o por tuenti? soy ceci seisdeabril cris:)
    un besito chicas

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  2. os odio me teneis hasta la pirula ahora estoy pifiada a 3 fics como no subais mas os parto las piernas jajaja
    muaaaá

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  3. ¿Me estaba tirado indirectas que yo no pillaba?
    nooooooo no las esta pillando..
    pero porque subes tan pocos furcia?
    muaaaaa

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  4. ahora si tu preparate tu sabes la cara que tengo furcia¿ se me ilumino entera asique ya estas subiendo mas no me jodas eh jajaja hefwihfwerhfweuirtfe joder mas mas mas ma sma sams NECESTIO mas ostias.... porcierto pon la letra mas grande que casi me coomo la pantalla tia jajajajaja
    24O ese numero is miooooooo
    MAS CRIS MAS!

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  5. enserio me voy a chinar mogollon contigo tia no subas solo uno qe enserio me jode mucho eh jajajaja

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  6. dios! acabo de morir
    sio si si
    sube mas osea tia en seriio t matare, cuando acabes el fic xq quiero leerlo, pero despues t matare jajja y yo cuando salgoooo!!???
    ponme cn Tom ehh! Tom no es muy waappo o soy yo q estoy obsesionada?? bueno q m desbio del tema... mañana tengo examen de mates!!! eso era un parentesis... cris me encantaa tu fic es muxo mejor q el mio.. v.v

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  7. Tu eres tonta?????jajajajajjaja
    sisi por buen camino vas jijijijiji
    tom es fgdngfdj como bill :DDDDDD

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  8. OYE que a TOM lo quiero yo aviso jajajaja
    cris eres mala me habias prometio que ibas a subir dos...¬¬

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  9. Dos fallos 1º MUY corto 2º el ultimo parrafo en vez de hablar de el en 3 persona lo haces en 2 y pense que me lo decias a mi ::$$
    meeeeeeeeee me me mememememe bussssssssssssssta

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  10. oye que estoy en plan depresivo necesitaba mas joder... necesito amor,pasion, lujuria, deseo, mimos ya sabes jaja

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  11. pues ami digas lo que digas me encantan solo que quiero que subas mas enserio jaja quiero saber que pasa aunque espero que pase lo que quiero que pase ya tu sabes XD

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